La Corte Suprema de Estados Unidos puso el freno al presidente estadunidense Donald Trump en su intento de cancelar el programa que beneficia a 700 mil jóvenes inmigrantes, los llamados “soñadores” (dreamers), conocidos así por una ley previa conocida como DREAM, la cual se presentó en 2001 yque otorgaría una vía para la ciudadanía estadounidense y les daría protección para la deportación.
La insistencia de expulsar del país a estos miles de estudiantes viene desde 2017.En cambio,hace unos días la corte estadunidense destacó los méritos del programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés). Seguramente el primer mandatario seguirá intentando cumplir con esta promesa de campaña ahora que está de gira irresponsable, por el tema de la covid-19, ya que sin importar el riesgo de contagio Trump sigue convocando a mítines en su aspiración a seguir en la Casa Blanca otro periodo.
Recordemos que el DACA fue iniciativa del expresidente estadunidense Barack Obama para proteger de la deportación a personas que hubieran llegado a Estados Unidos cuando eran niños. El estatus es renovable y se otorga por dos años. El programa no brinda una vía para obtener la ciudadanía.
Con esta acción los beneficiarios tienen permiso de permanecer en el país y obtener un trabajo, lo cual es importante también porque al mismo tiempo obtienen beneficios como seguro de salud, licencia de manejo, becas, entre otras cosas.
La mayoría de estos jóvenes son mexicanos, pero también los son de Centro y Sudamérica, Asia y el Caribe. Llegaron a Estados Unidos siendo niños y hoy no pasan de los 30 años. Sus padres buscaron mejores oportunidades de vida fuera de sus países seguramente por la falta de empleos y la situación sigue muy similar o peor a la de hace tres décadas.
Aunque la migración ha disminuido en los últimos años, muchos siguen persiguiendo ese sueño que tal vez décadas atrás sí alcanzaron millones de personas; sin embargo, cada día es más difícil la situación de este sector en el vecino país del Norte, los motivos van desde las duras medidas de seguridad tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 hasta las sanciones para quienes son “ilegales”.
La pandemia de covid-19 dificultó todavía más el cruce de aquellos que buscan asilo. Desde el 20 de marzo pasado cuando Estados Unidos cerró sus fronteras debido a la pandemia, miles han quedado varados en México.
Las causas que orillan a migrar hacia Estados Unidos son diversas.Los sexenios pasados que causaron crisis económicas, el abandono al campo, la fallida reconversión industrial, la alta dependencia de la industria maquiladora, son algunos de los factores económicos que explican la entrada ilegal a un país, en donde el costo puede ser la muerte.
Cifras del INEGI indican que, en 2002, 92 de cada 100 connacionales del sexo masculino migraron en busca de oportunidades laborales. En el caso de las mujeres son la mitad de los casos. Otra causa es la unión familiar, el intentar reunirse con quienes ya cruzaron, en el caso de los hombres representa el 9.8 por ciento de los migrantes. En el caso de las mujeres es el 39 por ciento.
Hubo una ilusión colectiva de que en Estados Unidos los trabajos son inagotables o la paga es mucho mejor. Sin embargo, las oportunidades comenzaron a escasear desde hace mucho, incluso desde el gobierno que precedió a Donald Trump, actualmente los migrantes son perseguidos con todo y que obtuvieron su estancia legal, basta con que alguien hable español para ser víctima de racismo, son cotidianas las historias al respecto.
Trump sostiene su amenaza de construir un muro. Cuando recién llegó a la presidencia en 2017, se dio el más bajo número de detenciones de los últimos 5 años (casi 300.000 en el periodo febrero-diciembre).
Pero para el siguiente año este se duplicó, (cerca de 600.000) y en los primeros 5 meses de 2019 se produjeron casi 500.000 detenciones. En esos años aumentó la cantidad de menores que intentaron cruzar con sus padres, aunque también quienes viajaban sin la compañía de familiares. En enero de 2019 fueron detenidas 24.198 familias, para marzo ese número se duplicó hasta las 53.208 y en mayo alcanzó la cifra de 84.542. De esta manera las familias podían pedir asilo, si las autoridades detenían a un menor estaban obligados a liberarlo en la frontera en menos de 20 de días. Pero más tarde se conocieron los casos de violación a derechos humanos en contra de los infantes.
Los mexicanos que intentan cruzar son cada vez menos, los números aumentaron en casos de centroamericanos, especialmente de Guatemala, Honduras y El Salvador. Las razones principales en estos países son el aumento de la población, la falta de empleos y los sueldos escuetos además de las pésimas condiciones de trabajo.
La victoria para los dreamers puede no ser permanente, el presidente Trump aspira a ganar las elecciones del próximo 6 de noviembre, de ser así continuará levantando el muro de todas las maneras posibles, aunque sin éxito hasta ahora. La solución es una Reforma migratoria que regularice a los 13 millones de inmigrantes sin papeles que se calcula que viven en Estados Unidos.