La Consejera del Instituto Nacional Electoral (INE), Claudia Zavala afirmó que gracias a los avances legales e institucionales en materia de paridad podemos decir “tierra a la vista”, yaque, si bien hay mucho por hacer para llegar a una igualdad sustantiva, América Latina muestra un progreso importante en la participación política de las mujeres.
“Queda de manifiesto que los mayores avances en materia de paridad ocurren en países donde las leyes han dejado de ser un maquillaje de la desigualdad y se convierten en herramientas eficaces en favor de la igualdad”.
Al presentar la obra “La construcción de democracias paritarias en América Latina. Régimen electoral de género, actores críticos y representación descriptiva de las mujeres (1990-2022)” de Flavia Freidenberg y Karolina Gilas, la Consejera Zavala explicó que, en América Latina, el ejercicio del poder político y el acceso a los cargos legislativos y al gobierno han sido por muchos años patrimonio exclusivo de los hombres.
“Y este cambio no llegó de la nada, ha sido fruto de un largo proceso de modificación de leyes e instituciones, pero -sobre todo- de luchar contra inercias patriarcales y misóginas que han permitido moldear una nueva forma de observar el mundo, de ver al otro y a la otra y procurar un profundo entendimiento”.
La Consejera Zavala reiteró que, si bien existen avances en materia de igualdad, el siguiente paso es lograr que estos cambios en leyes e instituciones tengan impacto también en la vida privada de las personas: en el barrio, en el hogar y en la familia; donde se observan, desgraciadamente, los espacios con mayor disparidad entre cónyuges, hermanas y hermanos, hijas e hijos, padres y madres.
Finalmente,subrayó que una democracia sin la participación plena de las mujeres no es una verdadera democracia.
Por su parte, las autoras Flavia Freidenberg y Karolina Gilas explicaron que el libro pretende responder a la pregunta: ¿por qué algunos países han avanzado más en la inclusión de las mujeres en la esfera política? A través de un estudio comparado de 18 países de Latinoamérica.
La obra reconoce que la región ha sido un laboratorio de avances en materia de derechos en cuanto a la presencia física de las mujeres (representación descriptiva) en la política, aunque también reconoce que no siempre tener a más mujeres en los cargos significa que ejerzan el poder en forma igualitaria.
Destacaron la necesidad de adoptar mecanismos que permitan una nueva distribución paritaria de poder, no sólo en números, sino en el ejercicio del poder.
Para seguir avanzando es necesario la construcción de un Estado feminista, en el que gobierno, sociedad, academia y demás actores adopten políticas no sólo en el ámbito de la política, sino en otras esperas de la convivencia cotidiana: cultura, educación, empleo, etcétera.
La presentación de este libro fue moderada por el Director Ejecutivo de Capacitación Electoral y Educación Cívica, Roberto Heycher Cardiel.
Al presentar su libro, David Altman señaló que los protagonistas y quienes determinan o no el uso de un mecanismo de democracia directa son las y los ciudadanos.
Mencionó que la representación de la sociedad en el gobierno y los congresos es de los partidos políticos; sin embargo, en algún momento en particular aceptan que la ciudadanía sea capaz de interpelarlos o hacerles cambiar el rumbo, este origen de la democracia directa es tratado en el libro.
“La democracia directa no es una bala de plata, es una institución que como muchas puede ser muy razonablemente usada, pero también muy abusada, entonces, cómo logramos mejorar algunas de las debilidades de la democracia directa”, es una interrogante que se toca también en la obra.
Explicó que su texto se divide en tres partes: orígenes, funcionamiento y reformas en materia de democracia directa, lo cual plantea diversos desafíos para su definición y puesta en práctica.
En esta presentación concurrieron también Ana Laura Martínez Directora Ejecutiva de Administración del INE; Karolina Gilas, investigadora de la UNAM y Tomás Granados, Director de la editorial Siglo XXI.