LAS BONDADES DE LA REFORMA ENERGÉTICA

Por: Adolfo Bonilla Gómez

Ahora que vuelve a debate nacional sobre la reforma energética, sigo convencido de que mi voto fue por convicción y a la luz de los acontecimientos considero que fue una buena decisión.

Sostuve y sostengo que necesitábamos un cambio de paradigma, que la energía ya no fuera un tema de recaudación sino un tema de competitividad de país.

A cinco años de distancia vemos que con las reformas en Zacatecas se ha generado cientos de empleos y el estado despega como potencia en energías renovables y México gana en competitividad.

Las reformas abrieron la posibilidad de invertir y generar empleos en Zacatecas: dos parques eólicos, siete u ocho parques fotovoltaicos, más de 25 nuevas gasolineras con mejor infraestructura y que cada una generar en promedio 15 empleos, que compiten con calidad, servicios y litros de a litro.

Sabemos que son reformas que requieren unos 15 años para maduración de las inversiones.

Lejos del debate ideológico y mentiras como la que “venderíamos Pemex y la CFE”, a cinco años de distancia ni se ha privatizado, ni se han vendidos activos a los particulares.

Lo que hemos visto es que los mayores incrementos a la luz y el gas se han registrado en la presente administración. No se elimina el IEPS a las gasolinas y al diesel.

Hace unos cuantos días que Pemex abrió la puerta a la inversión privada en refinación con un contrato por 3 mil 54.8 millones de dólares.

Las fuertes pérdidas que registran Pemex y CFE, nos da la razón del por qué se modificaron los artículos 27 y 28 constitucionales, dejaron a salvo y claro que el Estado mantiene la rectoría y la propiedad.

Que el Estado, el Gobierno y Pemex puede seguir invirtiendo en generación, transmisión, distribución y comercialización de energía. Pero, fundamentalmente, la transmisión y distribución se las queda como cosa particular, cobra por la comercialización, por el porteo, también tiene regalías por la generación.

Pemex lleva mano en las rondas petroleras y escoge la zona a explotar. Además, tiene tres figuras para contratos para: producción compartida, la utilidad compartida y las licencias.

La ventaja que da la reforma energética es que las empresas que inviertan y generan más empleo, pagan, además, impuestos sobre la renta y regalías; cuotas por exploración y otras contraprestaciones.

Con la Reforma Energética, aunque el gobierno mexicano o Pemex no inviertan, de todas maneras ganan.

Por ser una reforma constitucional, las legislaturas locales también participaron. Muchos diputados locales zacatecanos votaron a favor de la Reforma Energética con la que se crearon nueve leyes y se modificaron 12 más.

Reabierto el debate considero que si la reforma energética es mala por qué no la echan para abajo.

La Reforma Energética que actualizó -después de 70 años (1938)- la reglamentación de la industria energética y más de 60 en la industria eléctrica.

Por eso sostengo que necesitábamos un cambio de paradigma, que la energía ya no fuera un tema de recaudación sino un tema de competitividad de país.

Se requería mucho más transparencia en Pemex y CFE. Con reportes como lo hace cualquier empresa en la Bolsa de Valores, que dieran la oportunidad y confianza a los inversionistas. Más competencia en el transporte, revisión de contrato colectivo y las jubilaciones.

Si queremos dejar de importar, necesitamos enormes cantidades en inversión y en tecnología para tener capacidad de explorar y explotar los yacimientos en aguas profundas. ¿Para qué queremos tanta riqueza si no podemos aprovecharla?

Hace cinco o seis años se hablaba de que éramos potencia turística y exportadora. Ahora, desafortunadamente, se nos están cayendo. Teníamos Cantarel, que aportó millones de barriles de petróleo.

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