Bajo la extraordinaria dirección del maestro Jorge Casanova, como director invitado, un verdadero deleite para las y los zacatecanos y sus visitantes fue el concierto ofrecido por el Coro y la Orquesta de Cámara del Estado de Zacatecas, cuyo repertorio celebró los 200 años del estreno de la monumental Novena Sinfonía, de Ludwig van Beethoven.
La noche comenzó con la Obertura Festiva, Op. 96, de Shostakóvich. La pieza, breve pero imponente, se desplegó con vitalidad, en la que Jorge Casanova logró extraer de la orquesta una precisión rítmica y enérgica que reflejó el carácter optimista y ceremonioso de la obra. El equilibrio entre las secciones instrumentales fue impecable, por lo que destacó en el espíritu festivo de la composición.
La segunda parte del programa estuvo dedicada a la inmortal Novena Sinfonía de Beethoven, una obra que ha trascendido el tiempo y las culturas. Desde el solemne inicio del Allegro ma non troppo, un poco maestoso hasta la apoteosis coral del Finale, la interpretación fue una experiencia profundamente emotiva.
El Coro del Estado de Zacatecas, dirigido por José Manuel Delgadillo, mostró una cohesión y expresividad notables, que aportó un momento especial a la obra que tuvo como solistas a la soprano Darenka Chávez, a la mezzosoprano Solanye Caignet, al tenor Sergio Durón y al propio José Manuel Delgadillo, de tesitura bajo, quienes ofrecieron interpretaciones memorables.
Jorge Casanova demostró, en este concierto, enmarcado en el Festival de las Luces, organizado por el Gobierno de Zacatecas, que encabeza el mandatario estatal David Monreal Ávila, porqué es una de las figuras más destacadas de la música mexicana contemporánea, en tanto que se reafirmó la excelencia artística del Coro y la Orquesta de Cámara del Estado de Zacatecas, por su entrega al conjugar la tradición y el virtuosismo en una noche memorable para los cientos de asistentes, la noche del sábado, en el Teatro Fernando Calderón.